Atiq Ahmed,
un oficial de policía de Islamabad, dijo que ocho de las 22 muertes eran de la
familia del compañero de policía Naveed Iqbal, quien también murió. La mayoría
de las víctimas murieron de hipotermia, dijeron las autoridades.
El médico de
los servicios de rescate, Abdur Rehman, dijo que después de evacuar a todos los
turistas varados de sus automóviles, la cifra de muertos ascendía a 22,
incluidos 10 hombres, 10 niños y dos mujeres.
El ministro
del Interior, Sheikh Rashid Ahmed, dijo que miles de vehículos habían sido
sacados de la nieve, pero más de mil seguían atrapados en el área el sábado.
Ubicado a 28
millas (45,5 kilómetros) al norte de la capital de Islamabad, Murree es un
popular centro invernal que atrae a más de un millón de turistas al año. Las
calles que conducen a la ciudad a menudo están bloqueadas por la nieve en
invierno.
Ahmed, el
ministro del Interior, dijo que más de 4 pies (1,2 metros) de nieve cayeron en
el área durante la noche y todo el tráfico entrante fue bloqueado el sábado. El
ministro dijo que se había llamado a tropas paramilitares y una unidad militar
especial de montaña para ayudar.
“Hasta
entonces, ningún vehículo, ni siquiera personas a pie, pueden ingresar a
Murree, excepto los vehículos de emergencia y rescate y los que traen comida
para las personas atascadas”, dijo.
Umar
Maqbool, un administrador local, dijo que las fuertes nevadas obstaculizaron
los esfuerzos de rescate durante la noche e incluso el equipo pesado que se
trajo para limpiar la nieve se atascó inicialmente.
Los
funcionarios no dieron más detalles sobre los que murieron en sus vehículos
cubiertos de nieve, pero dijeron que estaban trabajando tanto en las
operaciones de recuperación como en las de rescate. Maqbool dijo que se
distribuyeron alimentos y mantas a los turistas atrapados durante la noche.
La mayoría
de las calles que conducen a los centros turísticos de la zona se limpiaron de
nieve en gran parte el sábado, pero aún se están haciendo algunos trabajos,
dijo Maqbool. Las tropas y las máquinas militares estaban trabajando para
despejar todas las calles y los militares establecieron campamentos de socorro
en las escuelas administradas por el ejército que proporcionaban refugio y
comida.
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