Placer,
fantasías, mercado de carne viva, trajes, camionetas o a pie no importa el
color de piel solo el oro la plata es el lenguaje.
Me abstrae
de este espacio el reflejo de la luna y el cielo estrellado frente a mí, en un
charco sobre el asfalto.
Gritos,
discusiones, golpes. Un disparo acalla todo sonido, la esquina se vacía, un
cuerpo se derrumba, el reflejo del cielo queda rojizo.
Es humano,
es civilizado; mejor reviso la basura, ya me dio hambre.
Por: González
de la Cruz Amador